Medición de nuestras políticas de RSE
Como cierre del proceso, igualmente extrapolable a cualquier otro tipo de actuaciones que emprendamos en el ámbito empresarial, resulta importante medir los frutos y consecuencias de nuestras políticas de Responsabilidad Social Corporativa.
Así, una medición completa pasaría por realizar una evaluación:
- De resultados: ¿qué hemos hecho?
- De procesos: ¿cómo lo hemos conseguido?
- De impacto: ¿qué hemos conseguido?
Normalmente estamos más familiarizados con la definición de indicadores para la evaluación más directa, de resultados y procesos; sin embargo, resulta verdaderamente interesante la medición del impacto de nuestras estrategias, únicamente posible en el medio plazo, dado que estos indicadores tratan de medir y cuantificar la aparición o no de transformaciones que hayamos podido facilitaren nuestra empresa y su entorno fruto de nuestras actuaciones en materia de RSE, únicamente visibles tras dejar cierto tiempo para su asentamiento y desarrollo.
Existen diversas clasificaciones posibles en cuanto a la medición del impacto, pero fundamentalmente se refiere a determinar nuestro:
Impacto en las personas, ateniendo a su profundidad, hablaríamos de un impacto:
- De sensibilización
- De mejora
- Transformacional
Impacto en la Empresa, pudiendo cuantificar las mejoras generadas en ámbitos como:
- Posicionamiento de marca y reputación
- Clima laboral y orgullo de pertenencia de los empleados
- Fortalecimiento de relaciones con determinados grupos de interés, instituciones…
- Potencial para abrir nuevos mercados
- Eficiencia en la consecución de sus fines
- Posicionamiento para la captación de oportunidades y recursos.
Impacto en el Medioambiente, en qué medida que contribuimos a:
- Mejora del medioambiente mediante acciones directas, ó
- Como beneficio indirecto (por ejemplo a través de la contribución de la empresa al cambio de hábitos dañinos para el medioambiente).
Todo ello nos ayudará a reflexionar sobre la idoneidad de nuestras estrategias de RSE, en cuanto a si estamos consiguiendo aquello por lo que las formulamos, o si por el contrario necesitamos introducir cambios en nuestros planteamientos para estar más acordes a las necesidades más actuales de nuestra empresa y su entorno.