Responsabilidad Social y Sostenibilidad & Actividad Esencial
Lamentablemente, “la pandemia” ha aparecido sin previo aviso, pero de forma disruptiva en todos los ámbitos de la sociedad; en el empresarial las entidades no han contado con planes estratégicos capaces de tener elaboradas propuestas programadas ante este tipo de contingencias.
De forma generalizada, en el mejor de los casos, el COVID 19 ha producido múltiples cambios en nuestras organizaciones, que han incrementado significativamente los costes de gestión y de operaciones, y disminuido drásticamente el volumen de negocios. Las empresas que desarrollan las actividades esenciales han sorteado esta crisis en mejores condiciones que aquellas que se han visto obligadas al despido o al cierre temporal o definitivo. Muchas de ellas ya han desaparecido, con la consecuente caída de empleo y del PIB.
En esta dificilísima situación que se prevé dure al menos este ejercicio y el de 2022, ¿resulta esencial mantener un enfoque responsable y sostenible?. La respuesta es rotundamente afirmativa. Tan sólo aquellas que entienden su forma de “ser” como un espacio empresarial- colaborativo en la triple dimensión social-sanitaria, económica y ambiental en donde desarrollan su producción y/o prestación de servicios, podrán contar con clientes y otros grupos de interés dispuestos a sostenerlas en estos momentos y en otros más exitosos que, por suerte, llegarán.
Por ello, cualquier actividad organizacional debe contar con un “sello” de Responsabilidad Social y de Sostenibilidad como uno de sus fines empresariales prioritarios, en donde la ética, el buen gobierno y el cumplimiento normativo sean sus herramientas esenciales de permanencia. Este plus refuerza la visión de las organizaciones en su camino de supervivencia.
