Deja de buscar excusas y empieza ya
Algunas veces nos paraliza pensar a lo grande. Es normal. Los grandes logros se consiguen “de a poquito”. Pero hay que empezar.
Vale ya de postergar el comienzo de algo de lo que nos sentiremos orgullosos. Vamos a empezar transmitiendo pequeñas píldoras formativas sobre la responsabilidad social personal para ir impregnando a los actuantes de esos términos que tanto oímos pero que no llegamos a entender. Fácil ¿no?
Preguntémonos qué entienden nuestros empleados sobre la huella de carbono que cada uno de nosotros produce diariamente y propongámonos ofrecer una serie de acciones dirigidas a minimizar este impacto en nuestra vida laboral.
Busquemos un aliado, una persona del equipo más sensibilizada que nos ayude a promover el cambio y busquemos una acción sencilla que todo el mundo entienda. Por ejemplo, promover un banco de objetos de segunda mano como juguetes de los niños, ropa, libros, etc. para concienciar del valor que representa la reutilización.
Documentemos esta acción con fotos de esa reutilización para orgullo de todos. Y más aún, si podemos, informemos de lo que hubiera costado destruirlo.
Como esto hay multitud de pequeñas cosas que nos ayudan a tomar conciencia de cómo podemos incidir en la disminución de la huella de carbono en nuestro entorno.
Piensa en una sola acción, NO TE AGOBIES, pero empieza ahora y comparte tus logros.