AutorNoelia García

El ForoArtículos escritos por Noelia García ( Página 2)

Gestionando la RSC en las aulas, una mirada crítica

Cuando nos enfrentamos a la tarea de abordar la RSC en el aula, nos parece evidente que hablaremos de sostenibilidad, medio ambiente, Agenda 2030, ODS, etc., y de repente, nos encontramos preparando las primeras clases, las introductorias, e intentamos hacer un esquema de todos los puntos de vista por los que podemos comenzar, ¡y son infinitos!

Además de incluir la consabida definición inicial, unos docentes apostarán por situar históricamente la gestión de la RSC en las empresas, otros darán más énfasis al cumplimiento de la normativa, algunos se afanarán por demostrar que la sostenibilidad afecta a todo el proceso de toma de decisiones, etc. La cuestión estriba en organizar los contenidos para que el alumno entienda que el foco no es “adaptar” la empresa a la RSC, sino gestionar desde la RSC.

Lo que sucede a continuación es que, una vez en el aula, vemos que muchos de los alumnos han decidido previamente que nuestra misión es bombardearles con mensajes de buenismo. Creen que ya lo han visto y oído todo, y que por supuesto, el cumplimiento de una normativa implica costes impuestos por gobiernos que no se preocupan por las empresas, sobre todo por las pequeñas. Y el concepto que más se les viene a la cabeza es el de “greenwashing”. Así de crudo.

No hay una fórmula maestra, pero está comprobado que necesitamos incluir una buena dosis de crítica constructiva en clase; analizar el impacto de modelos no sostenibles en la sociedad, desmenuzando todas las capas de la gestión empresarial; y estudiar informes de sostenibilidad de empresas que realmente sí les interesan (marcas de coches, de ropa deportiva, de refrescos). Los recursos que facilitan estas empresas a través de sus canales de comunicación son fundamentales.

Además de la transversalidad de la RSC en los itinerarios formativos, es necesario dedicar espacio y tiempo para que los alumnos la trabajen en profundidad, y con espíritu crítico.

Inmaculada Ruiz (Coordinadora Área Universitaria en EIG-ESIC Málaga)
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RSC ¿gasto o inversión?

La RSC supone un valor añadido.

Muchas empresas consideran que apostar por la Responsabilidad Social Corporativa es un gasto, pero lo cierto es que es una inversión. ¿Por qué?

Al asumir su responsabilidad social, las empresas pueden ganarse la confianza duradera de su equipo de trabajo, su clientela y la ciudadanía en general. A su vez, una mayor confianza ayuda a crear un entorno en el que las empresas pueden innovar y crecer. Ello influye también en el aumento del rendimiento económico y la productividad de las empresas, la mejora de las relaciones con la clientela y la buena reputación… Por ende, ahorra costes y gestiona los riesgos, generando las oportunidades de crecimiento. Diversos estudios lo confirman.

Está cada vez más admitido que la RSE tiene consecuencias positivas en la competitividad, pero las empresas siguen enfrentándose a un dilema cuando la vía de actuación socialmente más responsable puede no ser la más beneficiosa desde el punto de vista económico, al menos a corto plazo. La UE debe impulsar políticas en el ámbito del consumo, la contratación pública y la inversión para incentivar más la RSE en el mercado.

MabooMr
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La gestión de la diversidad como parte de la cultura corporativa

Las diferencias nos enriquecen y nos sacan de la monotonía; de lo tradicional. También amplían nuestro mindset y nos enseña que, por suerte, existen muchas más opciones de las que estamos acostumbrados.

Un profesional que adopta una mirada abierta frente a la diversidad no es un profesional mediocre. Y digo profesional, y no empresa, porque las empresas la forman las personas y no máquinas, ordenadores o la inteligencia artificial tan de moda. No olvidemos que, las empresas, son humanas.

Por tanto, la manera que tiene de comportarse una organización frente a la diversidad las va a diferenciar de sus competidores, además de señalarlas como una empresa más o menos atractiva frente a sus stakeholders.

Dado que las empresas la forman personas, su cultura viene dictaminada por la manera que tienen (especialmente sus líderes) de ver y entender el mundo, determinando el compromiso y la motivación de sus acciones.

La cultura es el ADN de una organización. La cultura, se vive o se sufre todos los días. No se copia ni se simula. La cultura “es lo que eres” y, por ende, te identifica. Así pues, la cultura que se tenga frente a la diversidad e inclusión no tiene nada que ver con normativas, modas u obligaciones legales. Tiene que ver con el interés que se demuestra, la sensibilidad que se percibe y de hechos consumados.

Diversidad e inclusión son términos que van de la mano. No se pueden separar. La una, sin la otra, no tiene mucho sentido. Y aquí, lo más difícil es cumplir con la inclusión. De nada sirve decir que soy una empresa multicultural e igualitaria si, en mis procesos de selección de personal, discrimino a personas mayores de 45 años o descarto a personas de etnia gitana, únicamente, por su procedencia. La diversidad no puede segmentarse ni fragmentarse.

Por desgracia, las políticas y normativas gubernamentales distorsionan y, en ocasiones, más que ayudar enturbian y hacen mucho ruido. En vez de centrarse en educar, sensibilizar y fomentar el cambio de mentalidad, se están centrando más en las bonificaciones, penalizaciones o sanciones a las empresas por lo que, se desfigura el verdadero para qué de las mismas.

En los últimos años, estamos viviendo apuestas segmentadas sobre la diversidad. Las más conocidas, las políticas sobre igualdad de género o los planes LGBTI. Políticas que han puesto a la defensiva a muchas organizaciones y, ya se sabe que cuando obligas, no conciencias, ni provocas cambios. Únicamente cumples con lo que hay que hacer, sin profundizar y, por desgracia, no cala de la misma forma en la cultura corporativa.

Esto no significa que hay que estar en contra de este tipo de normativas, al contrario, pero hay que hacer un trabajo mucho más completo y, sobre todo, inclusivo. Las empresas debemos poner en marcha más planes de diversidad e inclusión y no tantos “planes individualizados”. Se tienen que diseñar estrategias completas que defiendan, visibilicen y actúen sobre aquellos colectivos más infra representados de la organización. No por miedo o imposición de terceros, sino por creencia y conciencia propia y compromiso social.

Nuestras políticas de gestión de personas deben apostar y cuidar la diversidad e inclusión. Además, deben alinear esta visión, con la del negocio. Es decir, visión hacia fuera (clientela) y visión hacia dentro (plantilla).

Las empresas son personas diversas formadas por hombres y mujeres, jóvenes y mayores de diferente procedencia, cultura y orientación sexual. Personas con sus diferentes capacidades, con sus miedos, alegrías y preocupaciones. Personas sanas que enferman o pueden enfermar y, a las que la vida, les ofrece una enfermedad crónica o les regala una segunda oportunidad. Personas imperfectas ya que, lo perfecto, es una mera utopía. Queramos o no, así son nuestras empresas y, por tanto, así hay que cuidarlas.

Este artículo comenzaba diciendo que las organizaciones no son ordenadores, maquinarias o instalaciones. Las empresas son personas, por lo que una organización va a valer tanto o más por la calidad del contenido que por el continente. Y, las personas queremos trabajar en un entorno seguro, donde poder mostrar el/la profesional que tenemos dentro, sin etiquetas, sesgos y estereotipos. Nadie se siente cómodo o cómoda en un trabajo sabiendo que se le ha etiquetado por el simple hecho de ser y, poder sufrir por ello, cualquier tipo de discriminación.

La gestión de la diversidad dependerá de la calidad de su dirección y del compromiso de sus managers por retar, promover y cuidar el entorno de seguridad frente a la diversidad, asumiendo la responsabilidad de velar por la inclusión de todas las personas que forman la organización. Son las verdaderas palancas de cambio; tractores de la organización que están para servir y poner en marcha aquellas medidas que contemplen nuestro plan de diversidad.

Por desgracia (tal vez por miedos, desconocimiento o miedo al cambio) es en esta capa directiva dónde suelen aparecer las principales barreras y pegas, lo que puede frenar que puedan llegar a buen término este tipo de iniciativas. Esto significa que, para poder implantar con éxito políticas abiertas de diversidad e inclusión en la organización hay que empezar de arriba e ir bajando paulatinamente.

Las empresas socialmente responsables son organizaciones sanas, competentes, diversas e inclusivas. Comprometidas y, en ocasiones, rebeldes e irreverentes porque, ponen el foco dónde hay que ponerlo, donde están las personas.

CONTALENTO
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El Compromiso Local, el Valor de Proveedores “KM Cero”

En Centro Plaza, nuestra RSE, se centra en fortalecer la comunidad local y promover prácticas sostenibles. Una estrategia clave, mantener una sólida base de datos de proveedores locales, apoyando el concepto de “KM Cero” y dinamizando la economía del entorno más próximo.

Tener una red de proveedores locales no solo beneficia a nuestros negocios, sino que también contribuye al desarrollo económico del área. Cuando las empresas locales prosperan, se genera un ciclo de riqueza que impulsa la sostenibilidad y el crecimiento. Además, esta práctica reduce la huella de carbono asociada con el transporte de bienes.

Es esencial que los proveedores locales se conozcan y colaboren entre sí, ya que esto abre nuevas oportunidades de negocio y sinergias. Al fomentar estas relaciones, mediante la generación de eventos, facilitamos proyectos innovadores y fortalecemos el tejido empresarial del área, contribuyendo a los ODS.

Ser un referente en RSE y apoyar a nuestros proveedores locales crea un entorno próspero y resiliente. Si ellos ganan, nosotros ganamos; ganamos todos. Estamos comprometidos con la sostenibilidad y el buen hacer, sabiendo que nuestro éxito está ligado al de nuestra comunidad.

Centro Comercial Centro Plaza

 

El Compromiso Local_Centro Plaza

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Impulsa el cambio: Tecnología al servicio de la responsabilidad social corporativa

Implementación de plataformas de transparencia para la responsabilidad social corporativa

La responsabilidad social corporativa (RSC) se ha convertido en un componente esencial para las empresas modernas, ya que no solo mejora la imagen de la compañía, sino que también contribuye al bienestar de la sociedad. En este contexto, la tecnología juega un papel crucial al facilitar la implementación de plataformas de transparencia que permiten a las empresas gestionar y comunicar sus esfuerzos de RSC de manera efectiva.

Para empezar, es importante entender que la transparencia es fundamental en la RSC. Los consumidores y otras partes interesadas desean saber cómo las empresas están contribuyendo al bienestar social y ambiental. Aquí es donde las plataformas tecnológicas entran en juego, proporcionando herramientas que permiten a las empresas recopilar, analizar y compartir información relevante sobre sus iniciativas de RSC. Por ejemplo, las plataformas de informes de sostenibilidad permiten a las empresas documentar sus prácticas y resultados en áreas como la reducción de emisiones de carbono, el uso de recursos renovables y las iniciativas comunitarias.

Además, estas plataformas no solo facilitan la recopilación de datos, sino que también mejoran la precisión y la eficiencia del proceso. Con la ayuda de tecnologías avanzadas como el big data y la inteligencia artificial, las empresas pueden analizar grandes volúmenes de información para identificar tendencias y áreas de mejora.

Esto no solo ayuda a las empresas a tomar decisiones más informadas, sino que también les permite demostrar su compromiso con la RSC de manera más convincente.

Otro aspecto importante es la comunicación. Las plataformas de transparencia permiten a las empresas compartir sus logros y desafíos en RSC con sus partes interesadas de manera clara y accesible. A través de informes en línea, dashboards interactivos y actualizaciones en tiempo real, las empresas pueden mantener a sus consumidores, empleados y socios informados sobre sus esfuerzos. Esto no solo fortalece la confianza y la lealtad hacia la marca, sino que también fomenta un diálogo abierto y constructivo sobre cómo mejorar continuamente.

Además, la implementación de estas plataformas puede ayudar a las empresas a cumplir con las regulaciones y estándares internacionales de RSC. Muchas industrias están sujetas a normativas estrictas que requieren la divulgación de información sobre prácticas sostenibles y éticas. Las plataformas tecnológicas pueden simplificar este proceso al automatizar la recopilación y el reporte de datos, asegurando que las empresas cumplan con los requisitos legales y eviten posibles sanciones.

Por otro lado, la tecnología también puede facilitar la colaboración entre empresas y otras organizaciones en proyectos de RSC. Las plataformas en línea permiten a las empresas conectarse con ONG, gobiernos y otras entidades para trabajar juntos en iniciativas que beneficien a la comunidad. Esta colaboración no solo amplifica el impacto de los esfuerzos de RSC, sino que también permite a las empresas aprender de las mejores prácticas y experiencias de otros.

En resumen, la tecnología ofrece una variedad de herramientas que pueden mejorar significativamente la implementación de la responsabilidad social corporativa. Desde la recopilación y análisis de datos hasta la comunicación y el cumplimiento normativo, las plataformas de transparencia permiten a las empresas gestionar sus iniciativas de RSC de manera más eficiente y efectiva. Al adoptar estas tecnologías, las empresas no solo pueden demostrar su compromiso con la sostenibilidad y la ética, sino que también pueden construir relaciones más fuertes y duraderas con sus partes interesadas.

Alma NFT
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Reflexiones de un novato RSC

Hace un par de años me preguntaron si mi empresa era socialmente responsable. La verdad, según escuché la pregunta, no la entendí bien, porque yo intento hacer las cosas bien, y si eso es ser responsable y además socialmente responsable, pues igual si lo soy.

Como la cuestión me causó curiosidad, contesté con la petición de que me aclarase la pregunta, pues no la entendía muy bien.

Mi interlocutor me dio una breve explicación sobre el significado de la RESPONSABLIDAD SOCIAL CORPORATIVA (RSC), explicándome que las empresas que siguen estas políticas ponen especial atención al cumplimiento normativo, a las acciones sociales y medioambientales en sus empresas.

Con esta aclaración ya pude contestar, aunque mi respuesta me planteó muchas más preguntas.

Pues mira, contesté, entiendo lo que me preguntas, y no se si hay un medidor de RSC, pero yo intento cumplir con la ley, unas veces por convencimiento y otras por obligación para evitar sanciones o cosas peores. Como soy una empresa pequeña, para este asunto me fio de lo que me dice mi gestoría, bastante tengo con atender mi trabajo como para que también deba ser experto legal.

Ya se que la ignorancia de la ley no me exime de su cumplimiento, y mi decisión en esta materia la gestiono así con mi gestoría, y valga la redundancia. Me imagino que todo es mejorable…

En las acciones sociales, te diré que desde hace años intento que las dos personas que tengo en nómina puedan conciliar su vida laboral y familiar. Soy muy flexible con los horarios y tengo claro que la jornada laboral les tiene que permitir a su salida atender bien a sus familias sin necesidad de tirar de los abuelos, niñeras o extraexcolares maratonianas.

También desde hace años, cambiamos la jornada de trabajo para terminar el viernes a medio día y poder disfrutar la tarde libre, lo que se agradece muchísimo.

Y si también vale que todos los años colaboramos con el mercadillo benéfico de navidad de forma desinteresada, pues apúntamelo al medidor de RSC.

En cuanto a lo medioambiental, te digo que no puedo ver una luz encendida sin necesidad, o un grifo de agua goteando. En mi empresa no se hace una fotocopia salvo que sea estrictamente necesario, y todo folio que se pueda escribir por detrás, se utiliza antes de tirarlo a la papelera. En broma hemos hecho cartelitos de “ni una gota más” en el servicio, “apágame porfi” en el interruptor de luz y o “no me tires todavía” al lado de la papelera.

Se me olvidaba, todos los años, cuando llega la primavera, hacemos una quedada mi familia y la de mis dos empleados para ir de ruta campestre de “recogida”. Cada familia lleva bolsas de basura, y la familia que más bolsas llene con basura de los desaprensivos del campo, será la familia ganadora de la jornada. La verdad, lo pasamos muy bien, todos disfrutamos mucho.

Definitivamente, me dijo mi interrogador, eres RSC, con el agravante de no saberlo y si me permites el consejo, ponlo en valor y haz a mas gente la misma pregunta que yo te he hecho.

Desde entonces soy RSC consciente y captador de adeptos.

Hostelex Consulting

 

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El reciclaje del amianto es la asignatura pendiente de la sostenibilidad

Cumpliendo con su propósito, Amisur, empresa perteneciente a Grupo La Pole, ha firmado un convenio con la Universidad de Málaga para comenzar investigaciones sobre la valoración del amianto, un material que produce entre 2.000 y 4.000 muertes al año según distintas asociaciones.

Desde Grupo La Pole, y a través de la marca Amisur, tratamos de concienciar sobre la peligrosidad de este material, por lo que nos preocupamos por encontrar una vía para reducir la cantidad de residuo generado. El método actual de gestión es paletizar el material que es envuelto en plásticos y soterrarlo en vertederos.

Junto a la Universidad de Málaga estamos seguros de poder encontrar cómo darle una segunda vida a este peligroso material, ya que ambos compartimos la visión sobre la importancia del papel que juega la investigación en el marco universitario y de empresa con el fin de lograr un conocimiento más profundo sobre las medidas de necesaria implementación para mitigar y adaptar a todos para enfrentar los futuros escenarios del cambio climático, e igualmente la necesidad de impulsar las herramientas de transferencia para mejorar la sostenibilidad y economía circular.

Cabe destacar, que una de las posibles vías de reciclaje de este material es convertirse en uno de los componentes de fabricación de los paneles fotovoltaicos, contribuyendo así al crecimiento de las energías renovables.

Grupo La Pole

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Greenwashing o Eco Verde Marrón

La Directiva (UE) 2024/825 del Parlamento Europeo y del Consejo, publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea, tiene como objetivo empoderar a los consumidores para una transición ecológica más sólida.

Esta directiva aborda prácticas comerciales desleales relacionadas con decisiones de consumo sostenibles.

Uno de los aspectos clave es combatir el greenwashing o “blanqueo ecológico”, que consiste en presentar productos o empresas como más sostenibles o respetuosos con el medio ambiente de lo que realmente son.

Algunos ejemplos de prácticas prohibidas por esta directiva:

  • Afirmaciones medioambientales genéricas: No se permiten afirmaciones vagas sobre sostenibilidad sin un respaldo claro de un comportamiento medioambiental excelente reconocido.

“Nuestro producto es completamente ecológico y amigable con el medio ambiente”

Esta afirmación es vaga y carece de respaldo específico. No se menciona ningún comportamiento medioambiental excelente reconocido ni se proporcionan detalles concretos sobre cómo el producto es sostenible. Para cumplir con la directiva, sería necesario respaldar esta afirmación con información específica sobre prácticas sostenibles implementadas en la producción o distribución del producto.

  • Exageración selectiva: No se puede afirmar que un producto o empresa es completamente sostenible si solo se refiere a un aspecto específico sin mencionar otros.

“Nuestro producto utiliza envases reciclables, por lo que es completamente sostenible”

En este caso, la afirmación se centra únicamente en el aspecto de los envases reciclables, sin mencionar otros aspectos relevantes como la huella de carbono, la producción responsable o el uso de materiales sostenibles. Para cumplir con la directiva, se debe proporcionar una visión más completa y equilibrada de las prácticas sostenibles del producto o empresa.

  • Etiquetas de sostenibilidad engañosas: Las etiquetas deben basarse en sistemas de certificación o ser establecidas por autoridades públicas para evitar confusión.

“Nuestro producto lleva la etiqueta ‘Eco-Friendly’ sin proporcionar detalles adicionales”

En este caso, la etiqueta “Eco-Friendly” no está respaldada por un sistema de certificación reconocido ni por una autoridad pública. Para cumplir con la directiva, las etiquetas deben basarse en criterios claros y verificables, lo que ayuda a evitar confusión y asegura que los consumidores tengan información precisa sobre la sostenibilidad del producto.

El “eco verde marrón” no cuela como criterio de sostenibilidad……..ver página 47

BMC (Manuel Martínez)
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El Hotel Yaramar ha sido galardonado con el reconocimiento a la “Integración fotovoltaica en el sector hotelero de la Costa del Sol 2024”

El Hotel Yaramar, empresa integrante del Foro Provincial de Empresas Socialmente Responsables de Málaga, ha sido galardonado con el reconocimiento a la “Integración fotovoltaica en el sector hotelero de la Costa del Sol 2024”.

Este premio pone en valor su firme apuesta por las energías renovables y la reducción de carbono, mediante la instalación de paneles fotovoltaicos en la cubierta del Hotel Yaramar.

La ceremonia de entrega de distinciones ha sido organizada por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), la empresa Familia Torres y la Diputación de Málaga.

Además, el jurado ha valorado muy positivamente que esta iniciativa sea parte de una estrategia de sostenibilidad integral por parte de ML Hoteles.

Durante 2024 el Hotel Angela se sumará a la iniciativa, instalando también paneles fotovoltaicos

¡Continuamos avanzando hacia un futuro más verde!

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¡Abasthosur certificada en Huella Social!

Nos complace informaros que ABASTHOSUR se ha acreditado con el Sello de Huella Social y Sostenibilidad. Este distintivo mide el compromiso de la empresa con los Objetivos de la Agenda 2030 desde una perspectiva de mejora continuada.

La medición va acompañada de un informe no financiero o memoria de Sostenibilidad.

Dicha medición e informe evalúa en base a documentación aportada y acciones llevadas a cabo por la empresa, resultados y diagnóstico sobre las grandes áreas de desempeño; personas, cadena de valor, comunidad, medio ambiente y buena gobernanza.

abasthosur

 

 

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