Responsabilidad social: Estabilidad empresarial
Pensar en responsabilidad social empresarial es pensar en futuro. El futuro de la empresa, y también el de sus trabajadores, reside en la existencia de buenas condiciones laborales, que permitan el crecimiento personal y profesional de los mismo, garantizando unos mínimos estándares de calidad que ayuden a afianzar a los clientes/consumidores.
La conciliación familiar, flexibilidad horaria o la formación continuada son algunas de las pautas elementales para conseguir cualesquiera de los objetivos que pretende alcanzar la responsabilidad social corporativa.
Mayores de 45 años, mujeres, o jóvenes recién titulados podrían ser los protagonistas del cambio empresarial. Sabiendo apostar por ellos, por su valía, y haciéndoles sentirse útiles y válidos en la empresa, harán de esta su familia, su hogar, su razón y motivación para superarse cada día.
De esta forma, esos grupos que habitualmente son excluidos (por género, edad o falta de experiencia), pueden suponer el eje motor de la sociedad, dándoles la oportunidad que se merecen.
Responsabilidad social es colaborar, pero también es apostar por futuro y estabilidad.